La práctica con Elena es “mi burbuja de oxígeno”, el lugar donde acudo cuando necesito conectarme con mi ser más profundo. Es un espacio donde se produce un paréntesis que me resguarda del mundo exterior, un lugar solo para mí, dónde por el tiempo que dura la sesión, pase lo que pase fuera, no importa, es mi momento, para respirar, para parar, para recargarme y salir renovada, más libre, más fuerte, más sensible. Elena te lleva “dejando la calle fuera” (como ella suele decir) y te va guiando durante toda la sesión, sabiéndote escuchar y respetar tu geografía corporal y sentimental. No importa que sea en sesión on line o presencial, Elena te llega, transmite, comparte su energía y te permite ser. Por otra parte, muchas veces salgo de las sesiones sintiéndome mucho mejor que si me hubieran dado uno de los mejores masajes del mundo. Es un verdadero placer